La llegada

Un largo viaje que comenzó con camión seguido de carro y finalizó con avión, un laaaargo y nevado vuelo. Sé que sobrepasé afirmando que la nieve y el frío me la Perez Prado pero la madre naturaleza se la cobró a lo chino y no me permitió llegar a Charleston y en cambio provocó un inesperado desvío, con esto un ligero mareo, aburrimiento y contradictoria hambre que me impedía disfrutar de Soda Stereo. Así pues alimentandome de café y galletas Delta pude sobrevivir y llegar a Charleston ahí ya Dr. Huber nos esperaba amablemente en el aeropuerto, tomamos las maletas y nos pelamos al hotel a descanzar. El ambiente estaba muy frío, la cuidad cubierta de nieve alcanzaba temperaturas por debajo del temido cero lo que invitaba o más bien exigía usar pantalón térmico, orejeras, chamarrón y guantes marca diablo. Así pues vamos asentandonos en la zona metropolitana de Charleston, la ciudad no parece fea pero tampoco me enamora, aún así estoy abierto a todo y espero estar tranquilo aquí quemando las pestañas y hechando a andar mi mente a máximas revoluciones, sé que sólo necesito una oportunidad.