jueves, 23 de diciembre de 2010

Días de paz

Estos días de franco reposo sí que me han caído bien, lave mi ropa sin carreras, bañé a Katy y hasta el sweater* le lave y quedo como nueva... A cañón me acabo de dar cuenta que literalmente hablando un sweater debería ser el equivalente a una sudadera, ho por Dios!!

*Sweat=sudar

Bueno fuera de este gran descubrimiento interlingüistico que seguramente sorprenderá a más de uno (no digan que no) continuaré con lo que te truje chencha; así pues continúo con mi vida decembrina "desahogada" preocupándome por donde vivir y colear, por no entender lo que dijo el señor de los departamentos (y que no sé sí me colgó o se cortó la llamada), por buscarme ropa abrigadora y no saber si comprarla aquí y que me la dejen caí con el precio o ajuariarme al cruzar el Bravo.

Bueno mientras tanto aprendo como hacer tortillas de harina, dudo entre dar de baja o no las placas de mi moto, incursiono en el mundo del Facebook y leo el periódico con un café c/crema que no cae mal me pongo a reflexionar sobre lo contrastante de mi vida personal decembrina y la vida Lagunera en general y es que mientras  asaltan a paisanos que tienen que pasar por Coahuila en caravana, encuentran cuerpos en la colonia Vicente Guerrero, se roban cable del alumbrado público, alcantarillas, medidores de agua domésticos y hasta la placa del puente plateado de Torreón-Gómez para venderla al fierro viejo, viene un fulano vale tracas a decir que la Laguna no es "tan peligrosa" mientras pone su carota en una plaza de la ciudad sin ley Gómez Palacio custodiado por 14 gorilas que dan el discurso de que "ya ven pos si todavía se puede tomar una tarde soleada en la Laguna". Ni hablar, a disfrutar en la medida de lo posible estas fechas navideñas.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Tartamudeante entrevista

Ese fue un día duro, me desperté muy temprano (según mis estandares) para llevar a mi novia a su trabajo (como te extraño Nayis). Luego el tedioso y feo trabajo, luego arreglar la mochila, los papeles y el boleto de camión que me llevaría a Monterrey. Como quiera si pude dormir en el camión mientras escuchaba música de metal y una que otra de Café Tacuba de fondo. Llegue muy temprano y busque un hotel pues mi amigo Rulo me dejo morir y aunque sí me ofreció su departamento para morar omitió decirme donde vive, pues que le vamos a hacer es el mismo Rulo que dice que nos vamos a juntar en su casa y al último dice que no, y aún así me atrevo a estimarlo. Me instale en el hotel muy cerca del consulado y con más nervios que frío me aventure a la cita del famoso CAS. Ya no sabía si era ahí o no pues en la entrada había un letrero que decía "Centro de solicitud para visas de Canadá" lo que me hizo salivar de esa saliva gruesa que hace que suene mi pescuezo. Me forme y por suerte me topé con una Sra. de Saltillo que era muy amable y tenía un toque a las caras de mis tías, platicando hizo que el rato se pasará más leve. Horas más tarde y unas cuantas filas recorridas estaba afuera y a menos de 24 horas de "la cita". Esa tarde ni quise salir del hotel a comprar unos tacos para cenar pues me asaltaba la idea de infortuitamente encontrarme en una balacera o ve tu a saber que calamidad con tantos malechores sueltos y comerciales en TV regia de esperanza (por algo será). Me bañé pedí una pizza de peperoni a mi cuarto y cene con una rica limonada + cerveza cortesía del hotel (ni modo de decirles que no la quería).
La mañana siguiente desperté y salivaba como los grandes, como si cuello se hiciera cada vez más delgado y la saliva más y más pesada, fuí caminando al consulado pensando "relajate, tranquilo" y aunque parecía tranquilo por fuera, mi saliva seguía delatando mis nervios. En la fila se oían las historias de siempre: "que los estudiantes se las dan bien fácil", "que a Fulano no se la dieron porque sepa la bola" y que a Chuchita la bolsearon, en fin lo de siempre. De repente un pelao del consulado se apersono en la fila y empezó a nombrar a algún para que se fueran con él, nombró a varios chavos pero no a mí y toda la gente segura afirmaba que eran los estudiantes y yo solo pensaba en como es la gente habladora. Cuando acordé estaba casi en frente a las casetas para la entrevista, sólo me separaba una Sra. del gringo que me echaría la suerte. De la caseta de al lado pasaron 1, 2, 3... 4 y en la mía seguía la misma Sra. que tenía bien encabritado al güero por mentirle pues según la Sra. no tenía ni que deberla ni temerla y según en consúl la Sra. fue arrestada mientras intentaba pasar de mojada.  Yo sólo pensaba "No chingue Sra. no me lo haga enojar que sigo yo", cuando el "mueve-gente" me dijo pasale al lado amigo (Ufffff). Ya en la entrevista empecé a tartamudear, decía gracias cuando no correspondía y nomás no daba una en español, cuando el gringo color Obama me dijo que siguieramos en inglés pues mi visa era F1, batalla cual trabalenguas para decir environmental y espacialization; preguntó cuantas clases de inglés tomaría y yo dije que ninguna, me vio y dijo, "Pos esas bien nada más quiero que te pongas a estudiar inglés... pero tu visa esta aprobada te llega en 2-3 días". Gracias le dije, y hasta la cédula y la tarjeta de circulación de mi moto se me calleron, salí y ya ni sabía si me había dicho 2 ó 3 días o semanas, sepa el caso era que ya tenía visa y lo demás sera historia.