martes, 24 de mayo de 2011

¿Hacia donde?

Hacia donde ir es una pregunta difícil de responder de buenas a primeras, no cualquiera tiene los suficientes como para decidir firmemente la dirección, imposible incluso (me atrevo a decir) fijar un destino puesto que no somo capaces de controlar y manejar múltiples aspectos del diario vivir. Es como cuando un querido profesor (calificativo sumamente corto, pero para no hacer el cuento largo no entraremos en tan profundas sinceridades) preguntó cierto día mientras discutíamos un sistema microbiológico: ¿Es la vida dinámica?
En ese momento nadie se atrevía a responder, tal vez por la dificultad complejidad de la digestión anaerobia o quizá por la ambigüedad de la pregunta que se prestaba para responder mucho y la vez no contestar nada. Aprovechandome de la ambigüedad de la pregunta solté mi respuesta y que aunque en El chavo del 8 digan que es una estupidez responder a una pregunta con otro cuestionamiento dije: "¿Filosóficamente o científicamente?". Algunos chavales ahí presentes sonrieron por mi respuesta; luego el profesor dijo que "Las dos, cualquier punto de vista". A cañón!
Así que señores y señoras, jóvenes y señoritas retomando mi primer idea, es imposible decidir un rumbo fijo debido a la dinamicidad de la vida, todo tiene que ver con todo, tus actos, trabajo, descansos, esfuerzos están estrechamente relacionados con los actos, trabajo, descansos y esfuerzos de los que te rodean. Asi pues, lo único que podemos hacer es visualizar una meta y trabajar sinceramente para lograr llegar, no sé si a la meta sera la misma a mitad de la carrera, no sabemos quien te meta el pie, no sabremos jamás que hubiera sido si... pero sí conocemos que ha sido desde que iniciamos el camino. Precisamente hoy recordaba aquellos tiempos en que trabajaba en Sal-si-puedes, recuerdos que vinieron gracias a unas viejas canciones cumbiancheras que escuchaba en aquel tiempo cuando mis aspiraciones se limitaban a la ingeniería y un trabajo cómodo que me diera sustento; luego algo paso que me llevó a estudiar inglés, hablando tímidamente y con una pronunciación extraña mis sueños ingenieriles se cumplieron; luego algo pasó que de repente ser joven con estudios universitarios no valía un pepino y encontrar un trabajo era (es) sumamente complicado;  la idea de la maestría se me metió a la cabeza y las condiciones en casa se complicaron (se complican) tanto que ya no era (es) posible disfrutar de la juventud como Dios manda, ya no se podía gracias a la clase de  mexicanos que vivieron durante mucho tiempo en el "vale madre"; en ese momento era imprescindible salir de ahí y buscar progreso, en parte por mis deseos académicos y en parte por el bienestar personal. Así pues aunque la meta ahora es fija, no tengo un futuro fijo y el dinámico mundo me lleva encarrerado en un camino que yo voy imaginando y que sepa Dios donde va a parar.

En fin dejando de filosofar, espero mi familia la pasé mejor cada día y México no se desmorone antes de que pueda disfrutarlo aunque sea un poquito más.


2 comentarios:

  1. Me agrado mucho este escrito.
    El futuro es siempre incierto, y lo unico que tenemos por certeza es el cambio!

    mientras tmb espero poder disfrutar Mexico alguna vez mas!

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  2. Gracias Sarahí, todo se arreglara en algunos años y abra tiempo para poder ir de vacaciones a cualquier rincón. Ya veras.

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