Solo 24

Al inicio de este conteo inicié con más ilusiones que verdades y es que ante una desilusión lo pero que puede hacer un hombre (que se precie de serlo) es agüitarse, claro todo ahora se ve muy bonito pero al inicio fue devastador y me hacía ver un futuro sumamente incierto, futuro que se presentaba en mis más reales pesadillas en forma de cuareton en busca del sueño europeo. A 24 semanas de haber tomado la valiente decisión de morir con la cara al sol (si fuera necesario lo haría) tocando puertas y no esperando el futuro sino buscándolo con la vehemencia de quien busca con el corazón caliente y la mente al puro centavo; a 24 semanas me parece que todo fue muy rápido pues mi conteo lo esperaba de escalofriantes 52 semanas (o más), hoy no me queda más que agradecer a quienes me apoyan (nos apoyan) y me siguen teniendo fe mientras se agenda la cita con la gringada para la visa.

Hablando de gringadas y visas, todavía tengo fresco en la mente lo desgraciados que son los güeros de la embajada y debo confesar que estoy temeroso de la entrevista... Pero total, no creo que me vea tan malandrín como para negarme la oportunidad de estudiar y progresar a través de la educación en el país que (según ellos) Dios bendice (bendecirá ya no se sabe).

Sé que esta es mi oportunidad para desgañitarme en pro del progreso y una nueva vida alejado por un momento de los balazos, asaltos con y sin peligro de muerte, paupérrimos salarios, con noticias que le sacan las lagrimas a cualquiera que tenga algo de cordura (como el saber que el gober de durango apoya a los onapaffa, la nueva cámara de diputados, y contando) en fin.

Mientras no me queda más que preparar esa cita en Monterrey pues el tiempo apremia. Dejo una bonita melodía que recién descubrí como se llamaba.

Semana veinti...tres a cañon!

Tres semanas después vuelvo a mi rincón literario, bueno no hay que exagerar pues literatura me suena a alto español  y yo solo escribo burradas en internet. Han pasado tres semanas después de mi última publicación y ya hasta la manera de expresarse escribiendo a cambiado (formalmente) pues han desaparecido dos "letras compuestas"  (como dice la venerable doña wikipedia "dígrafos") con una muerte lenta y anunciada. Es raro pero ya mis nietos no me creerán que antes la gente decía A, B, C, CH, D...L, LL, M, Ñ..Z y me creeran muuuy viejo por contarles tales charras. Hoy mientras me bañaba recordé mis tiempos de primaria cuando era común que mis maestros me dijeran que Chavarría iba después del apellido Cuenca (por ejemplo), incluso me puse a decir el abecedario en español y ya no me salían naturales la CH (che) o la LL (doble ele). Así pues el alfabeto en castellano quedara con 27 caracteres y 0 dígrafos, ademas de que la V se llamara oficialmente "uve" y morirá para siempre la mejor conocida como V de vaca o V chica, además de que el acento para la O entre números ya no llevara el anhelado acento que la diferenciaba de un cero, por aquello de las dudas que siempre sembraba el no saber si era un cero, una O, una O con acento o era una caca de mosca que por entomología quedo justo ahí.

Además de vivir cambios en mi lengua (léase idioma, no el pedazo de carne que me hace hablar y saborear), me he enterao que en España una calle se llama Mario Bros!! Y otra vez, mis nietos o hijos no creeran cuando les platique que yo conocí a Don Mario Bross cuando solo era un chamaco y que no era más que un montón de pixeles saltando y haciendo sonidos como de CPU sin bocinas.

Aaa que tiempos vivíamos, que le tocarán ve a estos oclayos, en verdad aumentara nuestra expectativa de vida de más de 100 años como lo aseguro no sé quien en no sé que programa de sepa la bola que canal (referencia pendiente).

Pos espero vivir lo suficiente como para sorprenderme enormidades con lo que mis nietos me enseñen y me cause tal conflicto entender algo como a mi abuelita le resulta el comprender lo que es internet y solo me dice que si entiende para darme el avión.

Mientras tanto en la semana 23 de mi camino vivo disfrutando lo que tengo, renegando de los ratas que me roban mi casco en el trabajo, esperando y preparándome par ala entrevista de mi vida y atendiendo llamadas de gente loca, ajuua.